Mi bitácora

En la sequedad de estos inviernos
Hago mi examen del día.
Una pregunta es mi lumbre: “¿Quién soy yo?”
Ni el espejo, ni el apellido, ni los honores o pecados, bastan.
La noche y mis sueños, me dan mi respuesta.
En los recuerdos que son rompecabezas,
Retazos de mi inconsciente,
Un Mural multicolor,
Donde Dios hace un grafiti con su dedo.
Ahí estoy yo, y ahí está él,
Cobijados por las manos de la Gaya.
Bajo este lenguaje,
En este laberinto verde de mi historia,
Descubro que Dios ha puesto la rosa náutica,
Para ser trovador y compañero de caminos.

Al despertar,
Mis sueños se vuelven sandalias,
el corazón, en un ejercicio de buena memoria,
balbucea un “Gracias”.
Y al encargarme de la historia,
Ella carga conmigo.
El día comienza con la noche y su güipil negro todavía.
Soy nómada urbano,
Transeúnte universal,
Glóbulo obrero,
Entre las venas de esta sociedad.
Y nuevamente el Misterio y los “Otros”,
Irrumpen en mi vida.
Se me enraízan, hacia el humus,
Y la utopía del Reino,
Con un ombligo universal,
Compartiendo la sabia cotidiana
Alrededor del Dios siempre Mayor.

El día pasa,
La universidad es un surco cotidiano.
La parábola viviente:
Entre la semilla y los pájaros,
La fecundidad y la aridez,
el verde vegetal y el lúgubre pedregal,
la maleza y el trigal.

¿Cómo diferenciar?
En los consejos de la soledad,
En lo más íntimo mío;
Entre el caos de sensaciones,
Hay un mapa que no tiene rutas,
Un itinerario que hay que descubrir,
Pues el discernimiento nos dará la brújula,
Su aguja nos apuntará nuestro norte:
El Uk´ux Ká y el Uk´ux ulew,
Donde nace el viento, ahí estarán nuestros difuntos,
Donde nace el sol, ahí estará la abundancia de nuestra milpa,
Donde muere y se oculta el sol,
se cosechará con alegría,
Y los llantos por el luto de nuestros muertos,
Será un canto final al Dios Mayor.
Porque él es el Dios menor,
Silenciado y silente,
A merced de nosotros.

¿Qué nos toca hacer?
“Echar las redes más allá”.
“Ir a la otra orilla”.
Dejar que el magis primaveral,
Descongele nuestra incongruente comodidad.
Buscar no solo el estar bien, sino el Reino;
Ser felices, sino la justicia;
Ser optimistas, sino la esperanza;
Ser humanos, sino “ la familia humana”.

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